El desempeño del primer trimestre superó la mediana de los pronósticos de 11 analistas, recabada por la agencia Reuters que estaba en 0.8%, un desempeño que muestra una clara recuperación desde el 0.5% alcanzado por la actividad del cuarto trimestre del año pasado.
La economía mexicana registró un crecimiento de 1.1% en el primer trimestre de 2023, respecto del último cuarto del año pasado, en términos reales y con cifras ajustadas por estacionalidad de acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este desempeño superó la mediana de los pronósticos de 11 analistas, recabada por la agencia Reuters que estaba en 0.8%, un desempeño que muestra una clara recuperación desde el 0.5% alcanzado por la actividad del cuarto trimestre del año pasado. Con este desempeño en el periodo enero – marzo, la actividad económica hiló seis trimestres consecutivos de avance. El pico de la actividad económica se presentó durante el primer trimestre del 2022, cuando el PIB alcanzó un crecimiento de 1.2%, respecto del último cuarto de 2021. A partir de ahí comenzó a desacelerar la actividad de manera consistente, pues para el segundo trimestre, el Producto registró un avance de 1.1 por ciento. Para el periodo de julio a septiembre, la producción registró un avance de 0.9% trimestral y cerró el año con la actividad más debil, de 0.5% a tasa trimestral. En el detalle de la información se puede ver que los grandes grupos de actividades económicas que registraron el mayor crecimiento en el trimestre fueron los que integran actividades terciarias, de de los servicios, que alcanzaron un un incremento de 1.5% trimestral. Mientras las secundarias, de la industria, observaron una dinámica de 0.7%, también respecto del trimestre anterior y las primarias con una contracción de 3.2 por ciento. En la lectura anual, el Inegi estimó que alcanzó un avance de 3.8% que también contrasta con el 3.3% estimado por el mercado. El dato final será divulgado el 24 de mayo.
Servicios, la locomotora
Por grandes grupos de actividades económicas se observa que el sector que más creció en el primer trimestre fue el de servicios, con una variación anual respecto del mismo lapso del año anterior de 4.3 por ciento. En la lectura trimestral, el sector secundario, de la industria observó un avance de 0.7% que Al revisar el desempeño trimestre a trimestre, es evidente una recuperación desde el último cuarto del año. Así, durante el primer y segundo trimestre de 2022, las actividades terciarias registraron crecimientos de 1.3% respectivamente. Para el tercer cuarto el avance fue de 1.1% trimestral y en el último cuarto, este desempeño se desvaneció hasta reportar apenas 0.2% positivo. Para el registro del primer cuarto del 2023, la actividad registró un crecimeinto de 1.5 por ciento.
Matizan expetativas
Desde Nueva York, el economista para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, explicó que pese a la boyante actividad del primer trimestre, hay varios factores que están coincidiendo al mismo tiempo para matizar sus expectativas para el resto del año. El ímpetu de la normalización de actividades post covid está moderándose, observó. La inflación se mantiene en niveles altos, los costos siguen presionados y las condiciones financieras internas y externas se mantienen apretadas. Hay que agregar una moderación en la demanda externa por el menor dinamismo de Estados Unidos, incertidumbre política y regulatoria en sectores clave como gas, electricidad y petróleo y es probable que la débil confianza empresarial pterminen por pesar en la economía para los próximos trimestres. Estimó que, de confirmarse le estimacion oportuna en el dato final del 24 de mayo, y si no se presentan revisiones a datos anteriores, el arrastre estadístico para 2023 es del 2.2 por ciento La percepción desde Londres es similar. El economista jefe para América Latina en la consultoría Pantheon Macroeconomics, Andrés Abadía, admitió que fue un sólido comienzo para el desempeño del PIB, pero “prevalecen riesgos a la baja”. Se trata de un informe sólido que muestra un crecimeinto apoyado por las remesas, el aumento de las exportaciones y la mejora en las condiciones del mercado laboral. De cara al futuro, el panorama es mixto para la segunda parte del año ante la actividad manufacturera vacilantes y el debilitamiento de las remesas esperado desde Estados Unidos. Y por la incertidumbre política. Consignó además que pese al nearshoring, la economía mexicana no será inmune a la probable recesión de Estados Unidos. Con ellos concuerda Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, que considera que el consumo se mantiene “artificialmente inflado” por el flujo de remesas y los apoyos gubernamentales.
Nearshoring sin estímulo interno
La experta de Banco Base estima que la economía registrará un crecimiento de 1.93% este año. Consignó que México es el país mejor orientado para beneficiarse del nearshoring por su experiencia en manufacturas y el acuerdo comercial con Estados Unidos.
Pero en ausencia de un ambiente más amigable a la iniciativa privada, la derrama económica se verá matizada.
Advirtió que la ventana de oportunidad para aprovechar esta relocalización de empresas de Asia a México, es perentoria. Ella calcula unos 3 o cinco años. Si se logra un cambio en el respeto al estado de derecho y menos incertidumbre por cambios en las reglas del juego para la inversión, podría detonar un crecimiento económico anual de 3.5 puntos del PIB.
Comments